Caritas 9 de Julio | El cardenal Pironio será beatificado en diciembre

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BEATIFICACIÓN

El cardenal Pironio será beatificado en diciembre

“Alegría y gratitud por un regalo y una responsabilidad para la ciudad y la diócesis”, sostuvo el obispo diocesano, Ariel Torrado Mosconi, al conocerse la noticia de la próxima beatificación del cardenal Eduardo Francisco Pironio que tendrá lugar el sábado 16 de diciembre de este año en la Basílica de Luján, donde reposan los restos del sacerdote nativo de Nueve de Julio. La ceremonia será presidida por el cardenal Fernando Vergez Alzaga.

El miércoles 8 de noviembre la Santa Sede dio a conocer la decisión del Papa Francisco de inscribir en el catálogo de los beatos y santos al cardenal Eduardo Franciso Pironio, el sexto sacerdote argentino agregado al Colegio cardenalicio, y el primer latinoamericano que desempeñó un cargo en la Curia Romana al momento de su creación cardenalicia.

En el comunicado, Mons. Ariel afirmó: “La autorización del culto público del purpurado nacido en Nueve de Julio es tanto regalo como una responsabilidad para la ciudad y la diócesis toda. Eduardo Francisco Pironio estuvo entrañablemente unido a su “pago chico” hasta el último viaje de su vida terrena, que fue aquí, y luego para volver a morir a Roma”. Y continuó:  “Convoco a los fieles de la diócesis a participar como peregrinos de esperanza en la celebración de la beatificación en Luján, y los invito a la Eucaristía de Acción de Gracias que tendrá lugar el domingo 17 de diciembre en Nueve de Julio, que será el acontecimiento central de las celebraciones diocesanas. En la alegría de la fe y gratitud por la declaración de un beato más, que brilla en la constelación de santidad de la madre Iglesia, los bendigo de todo corazón”, concluyó el obispo.

Cabe subrayar que en las ceremonias de beatificación o canonización es tradición celebrar una Misa de Acción de Gracias al día siguiente presidida a veces por el mismo Papa o su legado, como en este caso. La del nuevo Beato será en la Catedral de Nueve de Julio el domingo 17 de diciembre por la tarde junto a otros actos conmemorativos que se darán a conocer oportunamente.

BIOGRAFÍA DEL CARDENAL PIRONIO

Eduardo Francisco Pironio (3 de diciembre de 1920 - 5 de febrero de 1998) nació en Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1920, siendo el vigésimo segundo hijo de un matrimonio de inmigrantes italianos, Giuseppe Pironio y Enrica Rosa Buttazzoni, provenientes ya como matrimonio de la región de Friuli en 1898.

“Si tuviera que hablar de mi vida, comenzaría con mi familia y, en particular, con mi madre, que fue una mujer sencilla pero de fe profunda. Yo soy el vigésimo segundo hijo, el último nacido, y tengo que reconocer que en esta historia hay algo de milagroso. Mis padres eran italianos. Cuando nació el primer hijo, mi madre tan sólo tenía 18 años y se enfermó gravemente. Durante seis meses estuvo en cama, sin poder moverse. Cuando se recuperó los médicos le dijeron que no podría tener más hijos pues, de lo contrario, su vida correría un grave riesgo. Al no saber qué hacer, mi madre fue a consultar al obispo auxiliar de La Plata, quien la tranquilizó y celebró una misa pidiendo protección. Más tarde dio a luz a 21 hijos, yo soy el último. Pero lo mejor no acaba aquí, pues después fui nombrado obispo auxiliar de La Plata, precisamente en el cargo de aquél que había bendecido a mi madre. El día de mi ordenación episcopal el arzobispo me regaló la cruz pectoral de aquel obispo, sin saber la historia que había detrás. Cuando le revelé al arzobispo que debía la vida al propietario de aquella cruz, lloró.” (Eduardo Pironio)

Su vocación religiosa fue incentivada por su madre, y a los 18 años ingresó al seminario San José de La Plata. Con 23 años, fue ordenado sacerdote en la Basílica de Nuestra Señora de Luján el 5 de diciembre de 1943 por el obispo de Mercedes, Mons. Anunciado Serafini, y pasó a desempeñarse como docente en el Seminario Pío XII de Mercedes en la provincia de Buenos Aires. Por 15 años se dedicaría a la formación de futuros sacerdotes.

Entre 1953 y 1955 cursó la licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino de Roma. Su Tesis versó acerca de «La Paternidad Divina en los escritos de Dom Columba Marmion».

A su retorno a la Argentina, continuó su trabajo como formador en los seminarios de Mercedes y de La Plata, hasta su nombramiento como vicario general. El 8 de diciembre de 1958, Pironio fundó el Instituto Secular «Misioneras de Jesucristo Sacerdote» en la localidad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, con la consagración de las tres primeras Misioneras.

A partir de 1960, fue rector y profesor del Seminario Metropolitano de Villa Devoto en la Arquidiócesis de Buenos Aires y, simultáneamente, fue miembro y decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina, cargos que ocuparía hasta 1963 inclusive. El papa Juan XXIII lo designó para participar en la segunda sesión del Concilio Vaticano II en calidad de perito.

El 24 de marzo de 1964 fue designado obispo titular de Ceciri y obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Plata.​ Fue consagrado obispo el 31 de mayo en la Basílica de Nuestra Señora de Luján. Pironio eligió como lema episcopal: «Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria», una frase de la epístola a los Colosenses 1:27. El tema de la esperanza estaría presente de forma continua en su predicación y en sus escritos.

Pironio participó en carácter de Padre conciliar en las sesiones tercera y cuarta del Concilio Vaticano II. Desarrollaría su ministerio como obispo auxiliar de La Plata durante tres años. El 2 de diciembre de 1967, se nombró a Pironio como Administrador Apostólico de la diócesis de Avellaneda hasta la designación del sucesor, Antonio Quarracino, el 3 de agosto de 1968. Pironio también fue elegido Asesor Nacional de la Acción Católica Argentina, función que desempeñó durante tres años.

El 19 de abril de 1972, Eduardo Pironio fue designado obispo de la diócesis de Mar del Plata, y asumió el 26 de mayo. Allí tendría su ejercicio episcopal más destacado, aunque también doloroso por las amenazas de muerte que recibió.

Trabajó en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) durante muchos años, primero como secretario general (1967-1972), y luego como presidente desde noviembre de 1972. Esto lo puso en posición de oficiar de secretario general en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín (24 de agosto al 6 de septiembre de 1968), caracterizada por su enfático compromiso con los pobres y oprimidos de América latina. Más tarde participó de la III y de la IV Conferencia, que tuvieron lugar en Puebla (1979), y en Santo Domingo (1992), respectivamente.

Pablo VI ordenó cardenal a Eduardo Pironio en el consistorio del 24 de mayo de 1976. El 20 de septiembre de 1975 Pironio fue nombrado arzobispo titular de Thiges y pro prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. El papa Pablo VI lo elevó al cardenalato en el consistorio del 24 de mayo de 1976, otorgándole la diaconía de los santos Cosme y Damián.

Tres días más tarde, el 29 de mayo de 1976 sería designado prefecto de la misma congregación, donde permanecería hasta el 8 de abril de 1984. Desde allí catalizó los cambios que las diversas congregaciones e institutos de vida consagrada debieron realizar a la luz del Concilio Vaticano II. Pablo VI tuvo gran empatía con Pironio,13​ e hizo de él su confesor personal.

Juan Pablo II lo designó presidente del Pontificio Consejo para los Laicos pocos días antes del Domingo de Ramos de 1984, cargo que ocupó hasta 1996.

COFUNDADOR DE LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD

Como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Eduardo Pironio realizó la propuesta de instituir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), de la cual se lo considera cofundador. El cardenal Pironio fue el responsable de esas jornadas y acompañó a Juan Pablo II en Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (1989), Częstochowa (1991), Denver (1993) y Manila (1995).

Juan Pablo II recordó el gran aporte del cardenal Pironio a las JMJ en la misa de su funeral, el sábado 7 de febrero de 1998: ¿Cómo olvidar el gran aporte que dio a las celebraciones de las Jornadas Mundiales de la Juventud? Quisiera dar gracias públicamente aquí a este hermano nuestro, que me prestó una gran ayuda en el ejercicio de mi ministerio petrino.​

En 1987 optó por el orden de cardenal presbítero, y su diaconía fue elevada a título pro illa vice. En 1995, fue promovido a cardenal obispo de Sabina-Poggio Mirteto. Pironio participó de todos los Sínodos de Obispos ordinarios y extraordinarios.

SU FALLECIMIENTO

Al momento de su fallecimiento en 1998, el cardenal Pironio era miembro del Consejo de la Segunda Sección de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, de la Congregación para las Iglesias Orientales, de la Congregación para las Causas de los Santos, de la Congregación para los Obispos, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, de la Congregación para la Educación Católica, del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos y de la Pontificia Comisión para América Latina.

Falleció en Ciudad del Vaticano (en Roma) el 5 de febrero de 1998 a causa de un cáncer óseo muy doloroso, que lo mantuvo postrado los últimos cinco meses de su vida, pero que lo había afectado durante años. Con una llamativa entereza ante el sufrimiento, permaneció lúcido hasta el final. Sus restos fueron repatriados a la Argentina y descansan en la Basílica de Nuestra Señora de Luján, junto al altar del Sagrado Corazón de Jesús.

 

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